Con el fin de la crisis, ha comenzado la nueva tendencia en la oferta y demanda de inmuebles, los minipisos han dado paso a las casas grandes y los propietarios han pasado a ser un público repositor que busca mejorar su hogar.
Las casas pequeñas, de uno o dos dormitorios, se convirtieron en las protagonistas de la crisis, época en la que se produjo un gran cambio en el tipo de viviendas que se construían y que demandaba la población. Entre los años 2005 y 2008, según datos ofrecidos por el Foro Consultores, el 80% de las viviendas que se edificaban tenían uno o dos dormitorios y solo un 15% de las viviendas tenían tres dormitorios. La causa principal de esto fue el famoso `boom´ inmobiliario que hizo que el precio del metro cuadrado se encareciera. Además, las casas de tres dormitorios eran más pequeñas que las de ahora, antes tenían 80 metros cuadrados y hoy rondan los 130.
Carlos Smerdou, consejero de Foro Consultores comentó que actualmente nos encontramos ante un mercado repositor, es decir, familias que ya se habían comprado una casa o viven de alquiler y buscan la casa definitiva de un tamaño mayor a la anterior y a un precio más bajo.
Tras asesorar a inversores en la capital española, Laura Garna, arquitecta y especialista en el sector inmobiliario residencial `prime´, señala que en los último meses ha observado una demanda de inmuebles de gran superficie, sobre todo, tratándose de inversores latinoamericanos. En la actualidad, con la misma inversión que en la crisis, se pueden adquirir inmuebles más grandes.
Por otra parte, se aprecia que el potencial comprador de esta nueva época dispone de un mayor poder adquisitivo, experimentando un gran salto cualitativo en el presupuesto. Con esta nueva demanda de viviendas de mayor tamaño, los pisos pequeños se han abaratado un 51% según un estudio realizado por Fotocasa.es, y con la falta de viviendas grandes, de entre 130 y 150 metros cuadrados, está han sufrido una subida en sus precios. Las casas más grandes son un 27% más caras que los pisos pequeños, dando lugar a que el precio de las viviendas de segunda mano sea más bajo.