Una de las preguntas que más resuenan cuando nos planteamos la idea de adquirir una propiedad inmobiliaria es la de cómo sería posible ganar dinero invirtiendo en bienes inmuebles. Puede que, dando un paseo, hayas visto un bloque con pisos muy atractivos o, quizá, ese centro comercial por el que pasas tan a menudo podría revalorizarse con los arreglos adecuados.
Sin embargo, las maneras de llevar a cabo esta inversión, aunque sencillas, no son muy abundantes. De hecho, sencillo no significa fácil de ejecutar; pero te ofrecemos tres ideas básicas para que este tipo de inversiones sean lo más fructíferas posibles y puedas asegurarte el éxito. La primera de ellas consiste en incrementar el valor de la propiedad; la segunda se centra en el alquiler (y veremos de qué distintas maneras); y en la tercera se trata de fusionar una actividad empresarial con la propiedad en sí.
Veamos a continuación esos tres sencillos modos de ganar dinero invirtiendo en bienes inmuebles:
1. Incrementando el valor de la propiedad
Cuando realizamos una inversión inmobiliaria hay que tener muy en cuenta el periodo financiero en el que nos encontramos. Siempre será más beneficioso realizar una compra de un inmueble o un local comercial cuando una propiedad resulte muy atractiva, se venda a un buen precio o pueda revalorizarse en el futuro. Es decir, deberías comprar cuando los ciclos de la inflación sean lo más conveniente posible.
Por otro lado, el valor de los inmuebles puede aumentar por realizar una reformas sencillas, pero vistosas. Si encontramos una propiedad en un buen barrio de una ciudad o de una zona que empieza a bullir, pequeños pero efectivos arreglos pueden ayudarnos a ganar dinero invirtiendo en bienes inmuebles. Y además lo conseguiremos sin gastar demasiado en la reforma.
2. Alquilando la propiedad
El alquiler es una forma más de recuperar el dinero invertido en una propiedad, ya sea una vivienda de lujo, un apartamento, una oficina o un hotel. Hay algunas formas de que esto resulte muy rentable.
Pero primero es importante analizar la situación, plantear lo que esperamos obtener, para que no lleve a una decepción o un fiasco. Es decir, si decidimos alquilar una vivienda, conviene calcular previamente cuánto dinero creemos que puede reportarnos; de esta forma será más fácil tomar la decisión.
Por ejemplo, si contamos con un piso por el que nos ofrecen 1.000 euros al mes, pero al venderlo, obtendríamos 200.000, sería mejor realizar la venta directamente. Pero si, en caso contrario, el alquiler fuese de 1.500 o 2.000 euros mensuales, es mucho más provechoso invertir en el alquiler. Puede que al principio resulte un poco engorroso (pintura, muebles, electrodomésticos, búsqueda de inquilinos…), pero después solo requiere un poco de atención.
Por otra parte, en el sector está poniéndose de relieve que los alquileres unifamiliares dan mejores resultados que los multifamiliares, pues para estos hay muchas más propiedades entre las que buscar.
Además, muchos inversores prefieren ganar dinero invirtiendo en bienes inmuebles que sean oficinas o locales comerciales. Esto se debe a que con este tipo de alquileres se precisa de un mantenimiento más bajo y del que normalmente se pueden ocupar los propios inquilinos (salvo excepciones comunes). Dan poco trabajo, aunque la búsqueda de inquilinos puede ser más complicada, pero el flujo de dinero es destacable.
3. Añadiendo actividades empresariales a la propiedad
Esta opción tiene más sentido si la propiedad en cuestión es un hotel, un local comercial o un bloque de oficinas. En edificios de viviendas, las dos opciones anteriores resultan de mayor utilidad.
Un hotel o un recinto de apartamentos de alquiler vacacional es un buen lugar para añadir actividades comerciales y ganar dinero invirtiendo en bienes inmuebles. Una de las ideas para que el negocio funcione es la de añadir servicios a los inquilinos. En un hotel puede ser muy suculento añadir un servicio de alquiler de películas o de programas de televisión a la carta.
En unas oficinas, una buena idea es la de colocar máquinas expendedoras para que los trabajadores compren comida, refrescos, bebidas, cafés y otros productos de alimentación. Así como también es una posibilidad muy sustanciosa la de preparar un aparcamiento para que los empleados dejen su coche durante la jornada laboral.
De esta manera, las posibilidades de inversión inmobiliaria son prácticamente infinitas, aunque depende mucho del tipo de propiedad que se adquiera. Solo hace falta un poco de imaginación y calcular el margen de beneficio.
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