Se considera bien raíz a cualquier propiedad inmobiliaria que se obtiene con el propósito de generar ingresos. Los bienes raíces comerciales son aquellas propiedades donde se realizan negocios, como puede ser las oficinas de una empresa o un centro comercial. Este tipo de inmuebles se diferencian de los bienes raíces residenciales en cuanto estos últimos se refieren a propiedades son de uso privado residencial.
Tipos de bienes raíces comerciales
- Comercios minoristas. El abanico que engloba al término comercio minorista es amplio y ofrece diferentes oportunidades de inversión y en diferentes formas y tamaños: desde grandes centros comerciales hasta pequeñas tiendas de alimentos y restaurantes.
- Hoteles. Otra de las opciones de inversión en bienes de raíces es el sector hotelero, que incluye tanto hoteles turísticos o de negocios o moteles y resorts de lujo.
- Oficinas de negocios. La oficina de un abogado o uno de los grandes edificios de negocios de cualquier capital como Madrid son otras opciones de inversión.
- Edificios residenciales. Los edificios multifamiliares –propiedades compuestas por más de cuatro unidades- también se incluyen dentro de los bienes raíces comerciales.
- Propiedades industriales. Las fábricas o almacenes donde se producen, distribuyen o almacenan productos pueden ser otra forma de inversión, aunque no siempre se incluyen dentro del término ‘comerciales’ –concretamente en específicas situaciones respecto al uso del suelo y/o la zonificación de la propiedad-.
Existen otras categorías de bienes raíces comerciales como organizaciones no lucrativas, hospitales y/o escuelas. Los terrenos baldíos –terrenos urbanos o rurales- también se incluyen como tal si la propiedad es arrendada.
Cómo la evolución del mercado afecta a los bienes raíces comerciales
La principal ventaja de invertir en bienes raíces comerciales respecto a bienes raíces residenciales es la capacidad de predecir lo que va a suceder en este mercado, debido a que la construcción de bienes raíces comerciales conlleva más tiempo que la de inmuebles residenciales. De este modo, por ejemplo, la burbuja inmobiliaria que comenzó a finales del siglo anterior en España supuso un aviso al mercado de bienes raíces comerciales de que los precios iban a subir en los próximos dos años.
Igualmente, se pudo apreciar cuando el mercado inmobiliario en España se desplomó en la crisis que comenzó en 2007, momento en el que los proyectos inmobiliarios comerciales ya estaban en marcha y sus propietarios tuvieron margen de tiempo para decidir si seguir o frenar estos proyectos. El descenso de los precios de los bienes residenciales supuso una señal para el mercado de bienes raíces comerciales de que este se iba a resentir en los próximos años.
Asesoramiento profesional para invertir en bienes raíces comerciales
Conseguir inversiones con alta rentabilidad y seguridad en este mercado requiere una estrategia de inversión para encontrar las oportunidades con mayor viabilidad así como la fórmula de financiación adecuada.
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